El Centro de Convenciones de Costa Rica (CCC), se inauguró en abril del 2018, con el fin de posicionar al país como un destino boutique, en el que quienes lo visiten encuentren además de sus negocios, una experiencia turística única, lo que ha permitido que compita con países como Panamá, Perú, Argentina, Uruguay y México.

La obra se proyectó como la primera construcción de esta índole, que estimularía y promovería el turismo de negocios, no solo nacionales sino también internacionales.

Luego de seis meses de haber iniciado sus operaciones, el Centro alcanzó un 109% en ventas acordadas con el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) para el 2018, y logró vender 3.315 eventos superando los 3.045 que se esperaban colocar.

Sumado a esto, las pérdidas fueron de $680 000, en donde resaltó la reducción de costos y gastos de 8 puntos porcentuales con respecto a los ingresos y una disminución del 22% de la pérdida programada para este mismo período.

Según del ICT, estos resultados son muestra de que la inversión de $35 millones para su construcción, son alentadores para los retos que se proponen cumplir.

“Es un centro que compite mundialmente por los servicios que ofrece. Su valor diferencial es que el 97% del personal está dedicado en capacitarse de forma exclusiva para organizar eventos de alto nivel, lo cual es necesario para suplir la demanda de sus amplias salas de reuniones que permiten realizar eventos desde 10 hasta 4.000 personas”, comentó Gustavo Alvarado, director de Gestión Turística del ICT.

La infraestructura la componen tres salones de diferentes dimensiones, seis salas de reuniones, sala de prensa, una sala VIP y área de cocina, lo que ha logrado que los organizadores brindaran una calificación al recinto por encima de 9 base 10.

En el 2018, se realizaron 136 eventos, y la proyección para este 2019, es atraer una mayor cantidad de expositores posibles, para mantener una operación constante con reuniones y congresos de calidad.

“Hay que tener claro que traer eventos internacionales es cuestión de tiempo de entre 2 o 3 años. El reto es mantener planes que logren ofrecer un servicio de calidad y una estrategia de mercadeo internacional para ofrecer a Costa Rica como un destino para turismo de negocios y convenciones con mayor participación del sector privado, finalizó Alvarado.