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Los aventureros que apuesten por este destino tendrán mil y un planes que realizar, muchos de ellos centrados en torno a las cuatro Rutas del Vino certificadas.

Con sus cinco Denominaciones de Origen y cuatro Rutas Certificadas, la provincia de Valladolid se consolida como tierra de vino. Sus diferentes opciones, para disfrutar en compañía de los más mayores y los más pequeños, tienen como hilo conductor este caldo de reyes. Visitas teatralizadas, catas, vendimias, rutas o paseos, junto al novedoso El tren del Vino de Noche son solo algunos de los planes de los que disfrutar en la diputación.

Tierra de contrastes, aromas y sabores, Valladolid se ha consolidado como uno de los destinos más deseados por sus variados atractivos, desde las impresionantes puestas de sol a los inmejorables cielos que se iluminan con las estrellas. Sus llanuras, surcadas por el Duero y el Pisuerga, cuentan con un rico patrimonio histórico, cultural y gastronómico, junto a sus fiestas, como la Semana Santa, declarada de Interés Turístico Internacional. Pero, sobre todo, #ValladolidEsVino.

Parte intrínseca de la provincia, Valladolid ha sabido convertir el vino en un elemento sobre el que gira gran parte de su atractivo turístico. El vino forma parte del paisaje gracias a sus 22.000 hectáreas de viñedo, junto a las bodegas que cortan la línea del horizonte. Además, es la única región española que cuenta con cinco Denominaciones de Orígen ­–Rueda, Ribera del Duero, Cigales, Toro y Vinos de la Tierra de León–, junto a cuatro Rutas del Vino certificadas: Cigales, Ribera del Duero, Rueda y Toro. Todas ellas ofrecen una amplia oferta de actividades, encuentros y eventos para aquellos visitantes que estén dispuestos a descubrir los matices de sus caldos.

El vino de Valladolid no solo es disfrute de adultos: el Museo Provincial del Vino, en Peñafiel, se convertirá en uno de los lugares en los que niños y mayores podrán descubrir los secretos de esta milenaria bebida. Además, muchas bodegas ofrecen visitas teatralizadas o recreaciones históricas para todos los públicos. Por no hablar de la posibilidad de disfrutar de la aventura de la vendimia en familia o de catas de vinos sin alcohol.

El vino también es sinónimo de amor y de cariño. Nuestras cenas y comidas más especiales las regamos con la mejor selección de caldos, y en Valladolid esto se eleva al último exponente. Algunos de los mejores planes para los enamorados pasan por disfrutar de una fantástica jornada por los acogedores pueblos de la región o por las Riberas de Castronuño-Vega del Duero bajo el manto estrellado mientras se disfruta de una selección de los mejores vinos de la provincia.

Pero también Valladolid invita a todo tipo de personas dispuestas a sumergirse en sus innumerables planes para todos los amantes del vino o aquellos que desean conocer sus secretos y matices: visitas a bodegas, catas, rutas a caballo o piragüismo pueden ser solo algunas de sus opciones. Pero, además, si le sumamos la reciente apuesta de Renfe para acercar Valladolid y sus vinos a la capital, las opciones para disfrutar de la diputación se multiplican.

Gracias a El tren del Vino, aquellos que lo deseen podrán viajar desde Madrid y regresar en el mismo día, sin renunciar a disfrutar de los caldos en todas sus expresiones. En el momento en el que el aventurero ponga un pie en el tren, se dispararán sus sentidos gracias a las teatralizaciones a bordo. De febrero a diciembre, podrán disfrutar de visita y cata en algunas de las mejores bodegas de la provincia, junto a la comida y los billetes de ida y vuelta en el mismo día. Además, y como novedad este 2020, nace El tren de Vino de Noche, que ofrece, además, la pernoctación en la diputación y dos días de ruta vinícola.


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