Karen Retana Barboza
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La industria turística se desarrolla en medio de un 2021 donde el gran desafío es subsistir en medio de las restricciones, la cuarentena, la ocupación reducida y la cancelación de reservaciones.
Pese a que el panorama aún es sombrío, existe la esperanza de una recuperación lenta pero constante impulsada por diversos tipos de viajes: los familiares y de reconexión, con propósito, de celebración, de recarga, viajes indulgentes y los workation.
Un análisis elaborado por la firma consultora McKinsey pronostica que, en el mejor de los escenarios, al cierre de 2021 el turismo de negocios volvería al 50% de los niveles antes de la pandemia. También se prevé que los viajes de proximidad y reuniones serán los primeros en recuperarse.
Sin embargo, algunos de los factores influirán en la competitividad turística, en materia de mercadotecnia digital (publicidad en redes sociales y comercio electrónico); estarán ligados los precios competitivos y bajos costos sin afectar a la calidad del servicio.
Para este 2021 la industria deberá enfocar sus esfuerzos en los siguientes aspectos:
- Mejora de productos actuales y diseño de nuevos.
- Reducción de costos.
- Digitalización e inversión en tecnología
- Elevar el servicio al cliente.
- Investigación de mercados para examinar nuevas audiencias.
- Actualización y uso de bases de datos.
- Comunicación intensa hacia el consumidor y la industria.
- Motivación y capacitación para el equipo de trabajo.
- Búsqueda de fuentes de financiamiento o atraer inversionistas.
- Mejora de la calidad de proveedores.
Fuente: McKinsey, 2021.
