Publicidad

| Turismo y Negocios

El turismo representa el sector más importante para la economía de algunos países. La Organización Mundial del Turismo, en el Barómetro del 2016, reporta que la llegada de turistas internacionales a la Américas ha aumentado en un 5,9% (10,7 millones) en el 2015 con un total de 192,6 millones  comparado con  181,9 millones en el 2014. En América Central y el Caribe se registra un  aumento de 7,4%. Las perspectivas de aumento de llegadas de turistas internacionales para los próximos años se proyecta que sea entre 4% y 5%.

Otro aspecto importantes es el gasto turístico, protagonizado por algunos mercados emisores, favorecidos por una moneda fuerte y una economía sólida. Entre los principales mercados emisores del mundo se encuentra China con un incremento de 24,5%, este sigue a la vanguardia del turismo mundial desde el 2004, beneficiando destinos como: Japón y Tailandia así como de los Estados Unidos. Luego está el Reino Unido con un crecimiento de 8,9% y en tercer lugar Estados Unidos con un aumento de 7%. Sin embargo, Estado Unidos hoy en día puede estar pasando por un momento delicado en el ámbito turístico.

Las empresas que trabajan de forma directa con el turismo y los destinos necesitan conquistar cuatro factores, a saber: recolección de información, de datos y de dinero, gobernanza en la que se incluye el desarrollo del capital humano (con una educación de acuerdo a la necesidades del sector), una agenda política y apoyo gubernamental, compromiso que conlleva la planificación e implementación de las tendencias y el desarrollo digital e innovación para ofrecer a los clientes productos más especializados y con un valor agregado que los haga seleccionarles. La tecnología y hacerla accesible a los empresarios es un factor de competitividad muy importante.

En la actualidad, ya nadie duda en apostar por la Inteligencia Turística, un concepto que interrelaciona variables de sostenibilidad, innovación, tecnología y accesibilidad.

Pero ¿qué es la inteligencia turística y qué es un destino inteligente?

La inteligencia turística es la combinación de los siguientes factores: la tecnología, la metodología, la experiencia de los profesionales y la validación de datos. Por medio de la utilización de la inteligencia turística es posible generar información de valor en la toma de decisiones, tener mayor competitividad, descubrir las tendencias turísticas, ahorrar en costos e introducir prácticas innovadoras que revitalicen la organización.

Los datos dan a conocer patrones de comportamiento de la demanda, utilizando herramientas que resultan en permitir entender el tránsito de turistas, la cantidad y la calidad de la demanda, entre otros datos importantes. La idea es que cada organización, producto y destino pueda preparar y brindar una experiencia única.

La capacidad de medición del big data es primordial para las organizaciones. Cualquier punto de interacción con el turista, puede ser un punto de entrada de datos para tomar decisiones. A partir de ahí, nuestra obligación es presentar la información de un modo fácil y comprensible, que evite la confusión y que ayude en la ruta correcta a seguir.

En el tanto que, un destino inteligente es un espacio turístico innovador, accesible para todos, consolidado sobre una infraestructura tecnológica de vanguardia que garantiza el desarrollo sostenible del territorio, facilita la interacción e integración del visitante con el entorno e incrementa la calidad de su experiencia en el destino y la calidad de vida de los residentes.

De esta definición quiero destacar el compromiso del destino con los factores medioambientales, culturales y socioeconómicos de su hábitat.

Así, se puede determinar que al tener y aplicar la inteligencia turística y una tecnología de avanzada, podemos por optar por escoger un camino que innove en nuestras organizaciones y podamos llegar a ser un destino inteligente.

Artículo de Sylvia Sáurez, CEO de GRINNcr


2018 © Revista Viajes. Todos los derechos reservados.
Se autoriza reproducir total o parcialmente citando la fuente siempre y cuando no sea con fines comerciales.