| Turismo y Negocios

Imagen con fines ilustrativos. Crédito de foto: revistaconstruir

La Organización mundial del turismo señala cifras escalofriantes sobre el turismo a nivel mundial, indican que la reducción esperada para el año 2020 es entre un 60-80%.  Según el último Barómetro de la OMT del Turismo Mundial, al mes de marzo se registraba una caída de 57% a nivel mundial.

La OMT ha planteado 3 posibles escenarios para concluir este año el más conservador y basado en una reapertura gradual de las fronteras internacionales a partir de julio se espera una disminución de un 58%, en un escenario medio y con apertura de fronteras hasta el mes de setiembre se espera una reducción del 70% y el escenario más dramático es con una apertura hasta el mes de diciembre, se espera una reducción del 78%.

Los expertos señalan además que la recuperación podría ser más rápida en África y Oriente medio y el escenario menos optimista es el de América.  En Costa Rica el año pasado recibimos alrededor de 3 millones de visitantes, se espera una reducción entre un 85% a un 90%, es decir tenemos una visitación de menos de 2 millones de turistas. Lo anterior predeciblemente va crear una reducción en la demanda de servicios hoteleros y esto genera sin lugar una reducción en las tarifas, tenemos en el país un inventario de más de 57.000 habitaciones que generaban una ocupación a nivel país cercana al 60%, sin embargo, este inventario no cambia, pero si la cantidad de personas demandando el servicio por lo que en términos económicos es de esperar una guerra de precios con el fin de atraer a los clientes. Pero entonces como enfrentamos esta realidad indudable, debemos considerar varios aspectos.

  1. Medir impacto de la reducción de precios, esto debe ser un proceso sistematizado que me permita estimar bajo una ocupación pequeña y una estructura de costos determinada hasta donde puede resistir una disminución sistemática de los precios, en el pasado he tenido la experiencia de ver restaurantes en participar en ofertas agresivas de reducciones de precios y los resultados no son muy favorables.
  2. El flujo de caja se vuelve una herramienta indispensable, ante la situación que se estima es necesario que el hotelero utilice el flujo de caja como una brújula ante los desafíos que se le presentan con un escenario económico disminuido.
  3. Valorar realmente conveniencia, aunque algunos hoteleros se encuentran en una situación sumamente compleja el abrir sin medir el efecto económico podría ser peor que la situación actual, ya que podría acumular perdidas en forma acelerada al tratar de sostener ciertos niveles de servicios.
  4. Siempre tratemos de visualizarnos en el escenario más crítico esto nos ayudara a determinar nuestra capacidad de resiliencia.
  5. Costear las promociones, siempre es sano entender el impacto económico de las promociones o descuentos con el fin de sensibilizar en nuestra estructura de costos lo que significa.
  6. La reducción de costos mesurados y debidamente organizado es necesario, es decir es conveniente tener un acercamiento a nuestros proveedores y renegociar precios al menos en un espacio de tiempo prudencial.
  7. Se debe aplicar técnicas de revenue management para optimizar las ocupaciones y ofrecerle al cliente lo que realmente se ajusta a su presupuesto en el momento adecuado.
  8. Se debe hacer una mayor minería de datos con el fin de analizar los comportamientos de consumo de los clientes y validar gustos y preferencia para realizar las experiencias de un alto nivel.

Las anteriores medidas en el ámbito de nuestra influencia, pero sin lugar a dudas hay que abogar a las autoridades medidas concretas y especiales para el sector entre las que podemos señalar

  1. Flexibilidad en jornadas, aspecto indispensable en una industria que su elemento fundamental es el recurso humano.
  2. Reducción de tarifas eléctricas, según la Cepal para el año 2016 el costo de la electricidad por KWH en nuestra región era de 13.48 centavos sin embargo en Costa Rica era de 18.47 centavos de dólar
  3. Disminución de cánones municipales
  4. Inyección de créditos con condiciones más favorables y con plazos más largos.
  5. El IVA reducido, pero con crédito pleno para no encarecer la estructura de costos
  6. Apoyo en capacitación financiera esto considerando que muchos son pequeños empresarios sin amplia formación en materia financiera
  7. En otras latitudes de están hablando de protocolos sanitarios que generen un sello de garantía para los clientes, sin que esto sea una medida que venga a encarecer más la estructura de costos, es decir el gobierno es el que debe llevar la batuta de estos sellos y darse de forma natural entre el empresario y las autoridades sanitarias es decir con buenas guías, capacitaciones al respecto, con auditorias preventivas y orientadoras.

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