Publicidad
“Dónde el mar besa la naturaleza”, es la nueva marca del destino Mucho más que un depósito libre, Golfito tiene la distinción de un poseer un “golfo dentro de una bahía” rodeado de montaña lo que permite que su oleaje sea suave; idóneo para la práctica de actividades acuáticas y un hábitat para ballenas jorobadas, delfines... • Recientemente “Golfo Dulce “fue designado como Patrimonio Mundial de Ballenas y Santuario del Tiburón Martillo.

| Destinos

Golfito es un destino privilegiado por su intensa biodiversidad terrestre y acuática, así como por su singular ubicación dentro del Golfo Dulce en la Península de Osa y el Pacífico Sur de Costa Rica, inclusive podría afirmarse que “se trata de un golfo dentro de una bahía”, razón por la cual, recibe su nombre y cuenta con un majestuoso manto de aguas calmas, cristalinas, una piscina natural con poco oleaje, el hábitat idóneo para delfines residentes, tiburones martillo, ballenas jorobadas y cientos de otras especies marinas.

También resulta ideal para que los turistas nacionales e internacionales disfruten de actividades como el kayak, el surf con remo, la pesca deportiva, snorkeling, buceo, así como los tours en lancha para el avistamiento de los mencionados cetáceos, recorridos por los manglares del río Coto o simplemente para visitar playas alucinantes y de ensueño como Punta Esquinas y Cativo. Para los comensales de la gastronomía orgánica Dolphin Quest – de la huerta a la mesa, debe ser una visita obligada. ¡increíble! la variedad de frutas, semillas, hortalizas que se producen en el lugar.

En tierra firme, pero cerca de la bahía, Golfito ofrece la posibilidad de explorar el Parque Nacional Piedras Blancas y el Refugio Nacional de Vida Silvestre Golfito, observar variadas especies de aves y realizar caminatas por senderos.  Complementariamente se puede realizar turismo rural en el Rancho Toñito y visitar las cataratas Los Chorros, dotadas con cuatro “jacuzzis” naturales colocados en medio de una caída de agua de más de 20 metros.

Asimismo, es posible apreciar en el mirador del Cerro Adams (a 500 metros de altura y ubicado en el Cielo

Lodge) una visión única y panorámica de la bahía, la Isla Grande, la inmensidad del Golfo Dulce y la vista alcanza a enfocar en el horizonte, una sección de la Península de Osa.

Al “bajar de las alturas”, los interesados pueden contratar a los guías locales un “city” tour y dar un paseo por las edificaciones más emblemáticas de un estilo arquitectónico caribeño-victoriano, , así como por la extensa calle principal, el Aeropuerto Internacional, la Marina Bahía Golfito y el Depósito Libre de Golfito. El Barrio Los Almendros introducido por la empresa United Fruit Company a finales de los años treinta del siglo pasado, conocida en ese entonces, la zona americana donde residían las altas jerarquías. Por su parte la Cámara de Turismo de Comercio de Golfo Dulce, impulsa un proyecto con la Municipalidad para conservar el lenguaje arquitectónico de la zona.

Para Diego Quesada, director ejecutivo de la Asociación Cámara de Comercio y Turismo del Golfo Dulce (CATUGOLFO), este destino se proyecta en convertirse en uno de los más reconocidos de Costa Rica, gracias al desarrollo del programa de Gestión de Destinos Turísticos del ICT, mismo que ha impulsado el trabajo conjunto público privado para el mejoramiento del producto turístico. “El Golfo Dulce ha obtenido galardones internacionales, recientemente fue designado como Patrimonio Mundial de Ballenas y Santuario del Tiburón Martillo, asimismo, tiene mucho que ofrecer a los turistas nacionales e internacionales con hospedajes y tours para todos los bolsillos”, destacó Quesada.

  Proyecto de conservación

La conservación de las especies terrestres y marinas es una de las piedras angulares del Golfo Dulce. Actualmente, sobresalen proyectos como la reinserción de lapas rojas a su hábitat natural, la rehabilitación de los arrecifes con la ayuda de los “jardineros de corales” y la generación de las condiciones para que las aguas del golfo, continúen siendo “guarderías de tiburones martillo”, antes de su migración natural a la Isla del Coco.

“Los arrecifes de coral están sufriendo afectaciones en todo el mundo por el cambio climático y el calentamiento de los océanos. Los corales se estresan expulsando las algas que le dan el color amarillo, quedan blancos y un poco debilitados. El proyecto “Jardinería de Corales” del Golfo Dulce pretende restaurar estos corales, regulando actividades turísticas como el snorkeling e invitando a utilizar bloqueadores sin ingredientes nocivos, usar correctamente las patas de rana, no tocarlos o pararse encima, pero, ante todo, solamente contratar operadores turísticos responsables para realizar estos tours sostenibles”, explicó Alejandra Rojas, bióloga tropical de Golfito.

Por su parte, el proyecto de reinserción de lapas rojas desarrollado en conjunto por Dolphin Lodge y el Centro de rescate animal Zoo Ave ha dado sus primeros frutos. “Se han reintroducido y liberado más de 300 lapas rojas y recientemente hemos contado en finca más de 350, como producto de su adaptación. Cuando era niño no había lapas, loros y pericos, ahora están por todos lados” detalló Reymar Klochko, Gerente General de Dolphin Lodge. 

Publicidad

2018 © Revista Viajes. Todos los derechos reservados.
Se autoriza reproducir total o parcialmente citando la fuente siempre y cuando no sea con fines comerciales.