- Asegurar el progreso social será indispensable para la reactivación turística
Mauricio Ventura, Presidente de Sinergia Consulting Group y Exministro de Turismo participó en la Primera Cumbre Virtual que realizó la Organización Mundial de Turismo (OMT) y Bench Events, para convocar a líderes mundiales en aras de escribir la ruta hacia el resurgimiento turístico. Tras su participación, Ventura evidenció tres escenarios fundamentales:
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Realidades tras la paralización de la industria
De acuerdo con Ventura, en primer lugar para los que todavía no lo tenían claro, el turismo es el motor de desarrollo social y económico que llega donde ninguna otra industria lo hace, dinamiza las economías locales, es una palanca para la inversión, genera empleo en las zonas más deprimidas y promueve el progreso social; por ello, es urgente que el Gobierno le de la prioridad que merece al implementar medidas específicas para mitigar la crisis en esta industria, ya que sería incorrecto pensar en una receta común.
Segundo, el trato y las condiciones que se brinden a los turistas en el escenario actual hará la diferencia en sus consideraciones de viaje futuras, generando “goodwill” o buena voluntad y lealtad hacia las empresas y el país.
“En esa línea, urge revisar con detenimiento la relación precio-calidad. Costa Rica es un destino caro y esa etiqueta nos puede llevar al fracaso, más cuando el mundo entero compite por reactivar su industria”, explicó Ventura.
En tercer lugar, es hora de dejar la zona de confort que la naturaleza y aventura como atractivos turísticos han brindado durante décadas y agregar productos a la oferta turística nacional, así como realizar esfuerzos para diversificar las acciones y ampliar los mercados generadores de turistas.
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Cambios y nuevas tendencias
Según Ventura, todo apunta a que los países con mayor población serán los primeros en salir de la crisis, no solo por su obvia ventaja en los números, sino porque para muchos el turismo interno representa un alto porcentaje de los ingresos generados, reduciendo significativamente la dependencia del turismo internacional. En Costa Rica, históricamente no se cuenta con una base de turismo interno importante y más bien este ha sido considerado como el salvavidas de las temporadas bajas.
Otro cambio es que las reuniones y eventos virtuales llegaron para quedarse. El turismo de reuniones no volverá a ser el mismo, porque se demostró que la tecnología se convierte en un gran aliado que evita desplazamientos, disminuye riesgos de salud, reduce costos de operación y al final se logran los objetivos.
Además, por algún tiempo las vacaciones en el mundo se realizarán localmente. Ventura indicó que las economías de los países generadores de turistas quedarán seriamente afectadas y con ello, la disponibilidad de ingresos para viajar se reducirá, por lo que el turismo interno se visualizará como la mejor opción. Igualmente, el deseo de apoyar a las empresas locales y evitar riesgos en la salud al viajar, serán factores que sin duda impactarán el ingreso de turistas extranjeros.
Se fortalecerá la tendencia (staycation: stay + vacation) o vacaciones en o cerca de casa, así como evitar hospedarse y preferir los tours de un día.
Ventura explicó que las exigencias de la demanda serán mayores y los protocolos de salud pasarán a ser la norma indispensable para recuperar la confianza del consumidor. Su exigencia también irá en torno a la innovación de la oferta, el trato justo y el disfrute de experiencias locales, personalizadas, únicas, emocionantes y sostenibles integralmente. Asimismo, los viajes reprimidos serán los primeros en darse, ya sea por cuestiones de trabajo o familiares.
También, los destinos serán más precavidos y con la apertura de fronteras, efectuarán un ingreso más estricto y restringido para evitar la propagación del virus.
Por su parte, las aerolíneas no recuperarán todas las rutas y frecuencias. Volarán con equipos más pequeños, lo que causará una disminución de asientos disponibles.
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Los retos para el resurgimiento del turismo
Para Ventura, el primer reto fundamental es asegurar la sobrevivencia de las empresas turísticas y evitar los despidos masivos, para lo cual se requiere de una inyección de capital importante, ya sea por medio de créditos blandos de largo plazo, así como condiciones especiales y más favorables.
Destacó que el Gobierno debe revisar las cargas, estructura de costos y la excesiva tramitología que encarece el destino. Del mismo modo urge fomentar la inversión turística y el desarrollo de obra pública.
Por su parte, los empresarios deben evaluar su oferta- valor, reinventarse, capacitarse y ser innovadores, brindando valores agregados, experiencias auténticas y desarrollando estrategias de mercadeo novedosas que faciliten ofertas y promociones de largo plazo; por lo que es fundamental la mejora en la eficiencia operacional, reducción de costos y mayor productividad.
Los destinos deben consolidar una base importante de turismo interno, la cual dependerá del trato, los precios justos y la diversificación de productos. Es tiempo de romper la etiqueta de los “salvavidas en temporadas bajas”.
Asimismo, para mitigar la migración del turismo de reuniones al escenario virtual es necesario brindar valores agregados, recurrir al tema aspiracional de visitar el destino y reforzar la importancia de los encadenamientos productivos.
Para retomar los viajes de larga distancia y la visitación turística, es necesario trabajar con las líneas aéreas, creando un subsidio gubernamental para el combustible, el cual representa su principal gasto También, urge un nuevo enfoque de las campañas cooperativas, en el que la prioridad sea devolver la confianza en el destino. Un aspecto de suma importancia para las líneas aéreas son las compras de boletos que realizan nacionales y residentes, ya que representa alrededor del 30% de la ocupación de los aviones, por lo que el país requiere consolidarse como un destino rentable para operar. También se debe trabajar fuertemente el tema de imagen país, destacando la priorización de las acciones relacionadas con salud, la infraestructura sólida y el buen manejo de la crisis.
Otro reto importante es que los grupos generacionales juegan un papel fundamental para retomar los viajes de larga distancia. Los expertos coinciden en que los primeros en aventurarse a viajar serán los millennials y los centennials, por lo que es necesario capacitarse y conocer el comportamiento de estos grupos, para redirigir el mercadeo y las acciones de promoción a satisfacer sus necesidades.
Por último, ahora más que nunca urge garantizar el progreso social de los habitantes y gracias a una alianza de Sinergia con el Social Progress Imperative, se impulsará a que más empresas turísticas, destinos y países, pasen de mediciones a acciones concretas que generen beneficios a las comunidades en todo el mundo. “Es tiempo de renacer, ser resilientes y convertir la peor crisis turística en la oportunidad para innovar, unificar esfuerzos, asumir los retos para reactivar la industria y convertirla nuevamente en el principal motor de desarrollo social y económico”, destacó Ventura.