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Lic. José Heriberto  Erquicia, Director del MUNA, San Salvador

Entrevista con José Heriberto Erquicia, Director del Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán

El turismo cultural es un segmento que está experimentando una fuerte expansión y un nicho de mercado que ofrece grandes oportunidades por la diferenciación intrínseca que permite. Muy pocos países se pueden dar el lujo de poder mostrar a los turistas una aldea prehispánica casi intacta, como Joya de Cerén, o un sitio paleontológico como el recién descubierto en el río Tomayate, ubicado a menos de una hora de la capital salvadoreña.

Hay muchísimo más que ver en este país de profundas raíces ancestrales y huellas frescas de una guerra que capturó la atención del mundo.

En entrevista exclusiva para Revista Viajes, José Heriberto Erquicia, licenciado en Arqueología, máster en Historia de América Latina y en Ciencias Sociales, nos comparte su visión sobre el potencial del turismo de la memoria en su país y nos comenta los proyectos a corto plazo para ampliar la oferta cultural del prestigioso museo que dirige.

Háblenos de la historia del museo. ¿Cuándo se fundó?

Este año el museo cumplirá 135 años desde su fundación. Se fundó a finales del siglo XIX,  el 9 de octubre de 1883, y fue una apuesta importante que se tenía no solo en El Salvador sino que en Centroamérica.  El museo nació con una biblioteca, la cual es parte de los servicios que tenemos. En el año 2001 ya contábamos con la museografía de todas las salas. 


El MUNA posee una amplia colección de piezas arqueológicas

¿Qué se puede encontrar en las salas del museo?

Hay una sala que está dedicada a la migración y al arraigo; a la migración de la época antigua y la diáspora como un elemento importante en la vida de los salvadoreños.

Tenemos la Sala de la Agricultura. Ahí se muestran todos los procesos agrícolas y los diversos productos que se han desarrollado, como el maíz, el frijol, el añil y el café. Tenemos el jardín rupestre, donde podemos encontrar una diversidad de esculturas tanto de arte rupestre como algunos elementos importantes en piedra.

En la sala de la religión y la sala de entierros prehispánicos, donde el enfoque es el tema de la muerte y las prácticas funerarias en el mundo precolombino. Por último está la sala de comercio, donde se narra la historia del quehacer económico desde la época prehispánica hasta la actualidad.

Tenemos una sala temporal de exposiciones donde actualmente hay una exposición sobre la memoria reciente del conflicto armado y también tenemos una sala introductoria, la cual planeamos inaugurar en octubre, para celebrar los 135 años.

¿Desde cuándo está dirigiendo el museo usted y cuáles han sido las mejoras y planes de expansión que usted ha introducido en su gestión?

Fui nombrado director del museo hace 4 años. Sin embargo, he trabajado aquí desde hace 20, en el departamento de arqueología.

Los planes inmediatos son los de la nueva exposición. Ahora mismo, de todas estas exposiciones que he mencionado, solo una no ha sido cambiada desde el año 2001, y está en proceso de cambio.

Vamos a hacer una sala permanente sobre pueblos originarios de El Salvador. Ya se tiene el guion museológico y la museografía.


Fachada del MUNA

¿Cuáles son las exposiciones actuales que hay en el museo y qué proyectos nos puede mencionar?

En el tema de exposiciones, tenemos la colección arqueológica. Estamos trabajando en un número sobre investigaciones arqueológicas en el sitio Tazumal de Chalchuapa, en el siglo XXI.

El próximo año hay un Congreso Centroamericano de Arqueología en este museo. También hay un Congreso Latinoamericano de Paleontología, así que hay una gran cantidad de proyectos.

Tenemos también proyectos editoriales, como el proyecto editorial del libro del museo: «Las 135 Piezas con Historia del Museo». En esta publicación, contamos la historia de cómo llegó cada una de estas piezas al museo.

¿Cuál sería para usted el potencial del Turismo Cultural en El Salvador y cuáles son los lugares que usted considera que son fundamentales?

El Salvador tiene una oferta turística cultural enorme, con playas, lagos, montañas, y sitios arqueológicos prehispánicos. Tenemos diferentes ciudades que son del siglo XIX. Hay una gran cantidad de lugares que se puede visitar.

Si alguien viene a El Salvador, lo invito a visitar el Centro Histórico, las tres plazas: La plaza Libertad, la plaza Barrios y la plaza Morazán; el Palacio Nacional, que guarda los restos del Archivo General de la Nación; la Catedral de El Salvador y el Teatro Nacional. Hay un recorrido muy interesante solo en ese circuito.

También tenemos turismo de la memoria del reciente conflicto armado que vivió El Salvador entre 1980 y 1992. Hay diferentes espacios donde se puede observar lugares que son parte de la memoria histórica, como el Museo de la Revolución Salvadoreña y el Museo de la Palabra y de la Imagen (MUPI).

Hay turismo exclusivamente solo para el rubro de la memoria. Se puede visitar la tumba de Monseñor Romero y el Museo de los Mártires jesuitas en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA). 


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