- En el parque de Paraíso de Cartago se inauguró una escultura del pinzón costarricense, ave endémica de Costa Rica.
- El ICT y la Municipalidad de Paraíso invitan a visitar el cantón para disfrutar de sus atractivos turísticos variados.
El pinzón costarricense es una especie endémica que surca los cielos y se desplaza en un rango restringido que se extiende en el Valle Central, específicamente en los Valles de Ujarrás Orosí, inclusive, ha sido vista en Turrialba y Monteverde. Esta ave se distingue por su belleza, cabeza rojiza, una mancha negra en el pecho que se hace notar y algunas marcas faciales.
Usualmente, los científicos, observadores de aves, guías y turistas curiosos, dotados de paciencia, binóculos y lentes especiales han verificado que su hábitat más recuente incluye los bordes de bosque, matorrales, plantaciones de café, chayote y caña de azúcar, en especial en medio de la vegetación densa y joven.
Si bien, esta especie 100% tica y en peligro de extinción “se deja ver” de manera frecuente, ahora será posible apreciarla con más facilidad y todos los días en el parque de Paraíso de Cartago en una escultura de gran tamaño realizada con barro de olla y fibra de vidrio, resultado del esfuerzo conjunto de la Municipalidad de Paraíso, el Proyecto Cabanisi, así como otras organizaciones comunitarias como Limpiemos Paraíso y Avestikas, encargados de materializar la obra y este homenaje.
La escultura del Melozone Cabanisi (nombre científico del pinzón costarricense) fue develada el pasado jueves 14 de julio y además de develó una placa conmemorativa con la presencia de los representantes del Gobierno Local, los escultores y pintores invitados especiales y un grupo de niños que ayudaron a remover la tela para develar la obra.
Según explicó el escultor Cristhian Bonilla, “la presencia del pinzón costarricense es un gran atractivo para observadores y fotógrafos de aves a nivel nacional e internacional y debemos luchar por conservarla”. El artista plástico amplió mencionando que esta especie fue declarada ave símbolo del cantón de Paraíso en el 2022 y “la donación de esta escultura, invita al observador a reflexionar sobre la importancia de la convivencia con la biodiversidad, la belleza natural y la responsabilidad de preservar a una especie presente en todos los distritos del cantón y un ejemplo de la identidad cultural que poseemos” concluyó.
Rafael Soto, coordinador del programa de la Ruta Nacional de Aves del ICT celebró el nombramiento del pinzón costarricense como ave y símbolo del cantón de Paraíso de Cartago. “Como parte de un trabajo conjunto de científicos y expertos en aves se logró la creación de una escultura homenaje a esta ave, una agradable excusa adicional para que los turistas nacionales y extranjeros disfruten de las bellezas naturales del cantón, se tomen una foto en dicha escultura y de paso visiten el Mirador de Orosí, Ujarrás y las ruinas del mismo nombre ubicadas en la zona, de acceso gratuito y que el ICT pone a disposición”, expresó Soto.
Escultura con mensaje de conservación
El resultado final de la obra fue posible gracias al aporte creativo de los escultores Johnny Ramírez, Mario Solano, Víctor Herrera, Cristian Bonilla, así como de los pintores Nelson Díaz, Soleila Solano y Tamara Rojas.
Según confirma el grupo artístico con su trabajo escultórico se desea “hacer una llamado a la preservación de esta ave endémica”, en especial porque el cantón de Paraíso alberga una de las principales poblaciones del pinzón costarricense. “La perdida y fragmentación acelerada de su hábitat a causa de la urbanización son sus principales amenazas. Esta especie se encuentra en la lista de especies en peligro de extinción según el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC)” aseguraron tanto los artistas como los científicos participantes de este proyecto.
La inspiración de esta escultura de casi dos metros se basó en varias fotografías de la especie, pero principalmente en una imagen tomada en un chayotal, cerca de las Ruinas de Ujarrás en que el ave mostró en todo su esplendor la belleza de su plumaje y colores.
El proceso de construcción inició en julio del año 2022 y estuvo a cargo del talento de los escultores Johnny Ramírez (oriundo de Cachí) y Mario Solano, quienes con sus propias manos extrajeron el barro de olla y dieron forma a la estructura base en metal y cedazo. En todas las fases creativas contaron con la supervisión de los naturalistas e investigadores expertos en la especie, Ernesto Carman y María de la Paz Angulo Irola, fundadores del Proyecto Cabanisi.
Sobresalió el proceso de modelado en barro de olla, mismo que se logró fijar con la aplicación de varias capas de fibra de vidrio y resina. Posteriormente, se extrajo de interior el pesado barro de olla, la escultura de pulió, lijó y finalmente la etapa de pintura quedó en manos de los pintores paraiseños Soleila Solano y Nelson Díaz, así como de Tamara Rojas. En enero del 2023 se concluyó y entregó la obra, develándola finalmente en el 14 de julio en el parque de Paraíso para el disfrute de los pobladores, turistas nacionales y extranjeros que visiten el lugar, generando así conciencia sobre la importancia de la protección de una de las siete especies de aves endémicas de Costa Rica.