Si algo distingue a Brasil es la diversidad que presenta en cualquiera de sus ámbitos. En la geografía, la cultura manifestada en su gente, la gastronomía, prácticas religiosas y mucho más. Y el termalismo no queda exento. Por tal razón, para conocer en profundidad sus aristas, recorrer al gigante sudamericano y visitar sus aguas termales puede ser una opción. Y en esta nota, te compartimos la experiencia de @CulturaTermal.

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Una de las primeras impresiones que causan los destinos termales brasileños es la armonía. No hay extremos, hay coexistencia. En un mismo destino el turista puede disfrutar de la diversión en grandes parques acuáticos, sucumbir al relax de un baño de agua termomineral y encomendarse a algunos de los tantos tratamientos terapéuticos que con aparatología de avanzada y claro, agua minero medicinal pueden tratar dolencias o bien, realzar la belleza. Este lugar podría ser por dar un ejemplo Caldas Novas, en el Estado de Goiás casi en el centro del país. En esta ciudad termal considerada uno de los mayores complejos hidrotermales del mundo, el agua se gestiona y distribuye acorde al nivel de consumo, pudiendo ser parques acuáticos cuyo fin es la diversión o balnearios y spas orientados al relax, hidroterapia y bienestar. Vecina de Caldas Novas, la localidad de Rio Quente posee uno de los mayores parques lúdicos de Brasil (con agua caliente) lo que no descarta contar con un sector natural para los amantes de la tranquilidad; “las nacientes”, piscinas destinadas al relax en el lugar que brotan los manantiales naturales de los que emerge el agua caliente que abastece al Río Caliente.  

Lejos del bullicio y polución de grandes urbes, se puede dar un paseo por parques verdes entre fuentes termales, aire puro y sol. Espacios de “cura climática” como se referían a los tratamientos médicos orientados en los siglos XIX y XX. Y es que, en su mayoría, estos parques como el de São Lorenço, Caxambú o Pocinhos do Río Verde, todos ellos en Minas Gerais (MG), datan de aquellas épocas en las que el termalismo no era una opción, sino una recomendación que estaba de “moda”. Novedad que formaba parte del estilo de vida de ciertos personajes como Doña Beja, quien según los relatos mantenía su belleza y juventud gracias a los baños de las virtuosas aguas medicinales de Araxá, lugar en el que una de sus fuentes rememora su historia.

Sin embargo, no todo es diversión y parques lúdicos en el presente siglo. En Brasil el termalismo “tradicional” aún existe y se toma enserio. De la mano de reconocidos y prestigiosos profesionales de múltiples disciplinas, aunque ligados al agua geotérmica, el país lleva adelante estudios, análisis y proyectos que por el bien común (y sin descartar percances) logran materializarse. Como la remodelación del Spa Thermal y el Fontanario de Águas de São Pedro con sus tres fuentes; Fonte Gioconda, Fonte Almeida Salles y Fonte da Juventude (en donde es posible apreciar una de las aguas más sulfurosas del mundo), la construcción de una casa de baños en Artemis o la reactivación con la nueva gestión del Balneario Pocinhos do Río Verde, armonioso parque termal y un edificio tipo colonial (1940) donde se ofrecen baños y diferentes tratamientos de salud y bienestar, aprovechando sus tres fuentes de agua mineromedicinal; Río Verde, San José (radioactiva/sulfurosa) y Samaritana. Convirtiendo así a la ciudad de Caldas en un destino de salud y relax. Solo por citar algunos de los tantos espacios dedicados al termalismo que posee el gran sudamericano, y sin contar, las decenas de fuentes naturales aun por explorar turísticamente.

Conciencia medioambiental y social se aplican sobre el recurso de aguas calientes. La creación de leyes y sistemas de regulación para el suministro de agua termal, que permite el uso sustentable del recurso y el incentivo a la conformación de espacios destinados al turismo social como se llevan adelante en Caldas da Imperatriz (SC) y Águas de Lindóia (SP) siendo modelos que inspiran a varios destinos termales latinoamericanos.

El reconocimiento internacional por la calidad de sus aguas termo-minero-medicinales, el pasado arquitectónico de sus balnearios termales amoldado a las nuevas tendencias del turismo salud, las casas de estudios que han abocado esfuerzos en el conocimiento de sus recursos geotérmicos provenientes en parte del Acuífero Guaraní y su experiencia vinculada a la hidrología médica, han consolidado a Brasil  logrando romper con la estacionalidad que caracterizaba a los establecimientos termales, por encima de haber explorado un recurso generalmente asociado a lugares de bajas temperaturas. La cultura termal se ha visto reflejada en dicho país desde su colonización, involucrando a personajes de la realeza luso-brasileña, investigadores, naturalistas y bandeirantes.  Todos ellos manifestando a su modo el provecho de las aguas termales como hoy, después de más de dos siglos se continúa fomentando.

Maximiliano Pérez Joos - Cultura Termal

Magister en turismo y especialista en turismo termal


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