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| Gastronomía

Cortesía Jafeth Villalobos/Revista Viajes Jafeth Villalobos continúa investigando, creando y compartiendo su visión de una coctelería auténtica, ética y emocionante.
  • El bartender costarricense que reinventó la forma de beber desde una mirada sostenible, cultural y profundamente costarricense.

Jafeht Villalobos creció viendo a sus padres sacar adelante el restaurante Sabor Tico en Monteverde, un emprendimiento familiar que ya suma más de dos décadas en el corazón de la zona. Desde niño, Jafet sintió una conexión natural con la hospitalidad. Le apasionaba hablar con las personas, aprender de ellas, comprender sus gustos. Así comenzó un camino que, años más tarde, lo llevaría al mundo de la coctelería.

Su formación en administración de empresas fue solo el inicio de una trayectoria que no ha parado de evolucionar. Descubrió que su curiosidad por los sabores y los procesos se alineaba más con el análisis de costos, la estructura de operación y la conceptualización de experiencias. Fue así como nació la idea de crear un espacio distinto, un lugar donde se pudiera beber con intención y calma, sin la obligación de sentarse a comer. Nature, su proyecto personal, vio la luz hace tres años y medio y se convirtió en un laboratorio de ideas, técnicas y creatividad líquida.

“Quería hacer algo diferente, un lugar donde la bebida fuera el centro, pero no cualquier bebida. Quería contar historias, transmitir emociones, representar lo que somos como costarricenses”, cuenta Jafeth, quien pronto descubrió que la coctelería no era solo mezclar ingredientes, sino un lenguaje, una forma de expresión artística.

Con esa visión empezó a formarse con más profundidad. Se conectó con otros bartender, asistió a cursos, participó en masterclass y creó una red de contactos que le abrió las puertas a nuevas perspectivas. “La coctelería es una forma de representar lo que has vivido, lo que te inspira y lo que sentís. Para mí es arte líquido, y cada cóctel es una obra que habla de quiénes somos”.

En 2022, ganó el campeonato nacional de Flor de Caña Sustainable Cocktail Challenge, una competencia que premia la coctelería sostenible. Su propuesta, basada en ingredientes locales y técnicas innovadoras, le valió representar a Costa Rica en México, donde obtuvo el segundo lugar a nivel internacional. Ese reconocimiento marcó un antes y un después en su carrera. “Fue como una validación de que el camino que estaba tomando tenía sentido. Me dio claridad y fuerza para seguir apostando por esta visión”.

Pero lo que más orgullo le da es la oportunidad de mostrarle al mundo que Costa Rica tiene identidad y sabor propios. Por eso, en sus menús predominan los ingredientes autóctonos, las raíces culturales y las historias que conectan con el territorio. Un ejemplo de ello es su versión del clásico cóctel Penicilina, en el que sustituye el whisky escocés por una mezcla artesanal de cacique con especias y azúcar quemada, y reemplaza la miel por una versión hecha con plátano maduro y cáscaras de naranja. “Todo está pensado para que tenga sentido, desde lo molecular hasta lo emocional. No se trata de copiar, sino de reinterpretar con lo nuestro”, explica.

Otro de sus cócteles emblemáticos es Zonas Azules, inspirado en Nicoya, una de las cinco regiones del mundo donde las personas viven más años. Esta bebida representa, en forma líquida, una filosofía de vida basada en lo natural, lo local y lo esencial. Utiliza ingredientes como sal de semilla de ayote y se sirve acompañado de un libro que invita a reflexionar sobre el bienestar integral.

Para Jafeth, la coctelería también es una forma de hacer comunidad. En Nature no se sirve solo un cóctel, se cuenta una historia en equipo.

 

 

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