- El país enfocará sus esfuerzos en lograr que la recuperación económica ante el COVID-19 vaya de la mano con los esfuerzos regionales en descarbonización y resiliencia.
La presidencia del próximo 23°Foro de Ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe, estará a cargo de la ministra de Ambiente y Energía de Costa Rica, Andrea Meza Murillo, quien asumió el cargo en nombre de Costa Rica, instancia de alto nivel de diálogo y cooperación en temas ambientales entre los diferentes ministerios de la región.
La elección del país fue acordada por los países miembros del foro el 2 de febrero, al cierre de la 22° Reunión, organizada por Barbados. En esta reunión, los países llamaron a integrar la dimensión ambiental en el centro de los planes de recuperación de la COVID-19 y promover una reactivación basada en la inclusión social, economías resilientes y bajas en carbono, y conservación y uso sostenible de recursos naturales.
En su intervención de cierre, la ministra Meza destacó la venidera Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA) y las conferencias anuales de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (a celebrarse en Glasgow, Reino Unido, en noviembre) y del Convenio sobre la Diversidad Biológica (planeada para realizarse en Kunming, China, este mayo)
“Es un momento muy interesante para que la región ponga sobre la mesa sus prioridades y muestre el liderazgo e innovación no solo en la adopción de tecnologías, sino también en usar las soluciones basadas en la naturaleza como una vía para lograr el desarrollo sostenible y de seguir haciendo apuestas integrales en el modelo de desarrollo”, dijo la ministra de Ambiente y Energía en la reunión.
De esta manera, Costa Rica toma las riendas del principal espacio de diálogo y cooperación medioambiental entre las carteras de la región. Costa Rica organizará la 23° Reunión del Foro en el año 2022.
El Foro de ministros de este año concluyó con la Declaración de Bridgetown, que puso énfasis sobre recuperación sostenible ante el COVID-19.
“La necesidad de acelerar la acción ambiental y climática se ha hecho evidente y requiere la incorporación de consideraciones y soluciones ambientales, integradas en los planes de recuperación posteriores a la COVID - 19 como prioridad, al tiempo que se abordan los desafíos sociales y económicos de nuestra región y se desarrollan mecanismos innovadores para fomentar el uso sostenible de los recursos naturales y para respaldar los sustentos de los habitantes locales”, lee la Declaración.
También se endosaron ocho decisiones sobre temáticas concretas que la región llevará ante la UNEA.
Entre ellas se encuentran un Plan de Acción para impulsar la restauración de ecosistemas, una Coalición de Economía Circular, un Sistema Integrado de Información Ambiental y la actualización del Programa para los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID) del Caribe, con el objetivo de impulsar una recuperación verde.