Hermosos paisajes, flora, fauna, diversión y seguridad turística, son algunos de los elementos que acompañan a los visitantes.
Silleny Sanabria Soto/ Periodista
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A menos de dos horas de San José, y en el Pacífico Central del país, se ubica Jacó; un destino de sol, playa y arena, que atrae a gran cantidad de turistas.
Debido a su cercanía y sus condiciones climáticas favorables, esta zona es especial para realizar actividades naturales y de aventuras tales como: el surf, la pesca deportiva, cabalgatas, canopy, senderismo, entre otras, y en las noches ofrece una vida nocturna basada en diversión.
Debido al movimiento turístico propio de Jacó, la Cámara de Turismo de Garabito, en conjunto con entes gubernamentales y varios actores de la comunidad, han trabajado de manera constante en el fortalecimiento de la seguridad turística de la zona y con el fin de resguardar el bienestar de sus visitantes.
“Entre los principales desafíos que ha tenido Jacó a través de los años, ha sido la seguridad aunada a la competitividad local. Hemos trabajado en conjunto con el Ministerio de Seguridad Pública (MSP), para controlar los sucesos delictivos que afectan tanto a sus habitantes como al turista. Actualmente es posible ver en las noches y madrugadas una libertad controlada, en donde el visitante logra divertirse y a la vez estar tranquilo de que hay más de 1000 policías velando por su seguridad”, comentó Horacio Quesada, propietario del hotel Balcón del Mar.
Otro de los retos que enfrenta Jacó, es la conservación de la flora y fauna. Esta zona costera se abastece de cientos de especies que llegan al mar para su procreación, y existen lugares montañosos como la Reserva Carara con miles de hectáreas con distintas especies propias de la vida silvestre, como lapas, monos, jaguares, guacamayas, entre otros. Además cuenta con lugares ancestrales con más de 2000 años de existencia.
Según el empresario, estas riquezas han estado protegidas principalmente por los lugareños y empresarios ya establecidos en Jacó, y quienes con el pasar de los años han tenido la voluntad ambiental de su cuido. Sin embargo es necesario crear conciencia ambiental en los extranjeros.
“Este es uno de los retos más fuertes que tenemos, de hacer que el turista extranjero se preocupe por cuidar el hábitat y levantar sus proyectos de la mano de una conciencia ambiental, porque aunque no estén tan familiarizados con las costumbres y cultura nacional, ha habido casos en los que muchos de ellos toman a los animales silvestres como alimento, y ahí se rompe el ecosistema, por ejemplo”, agregó Quesada.
Las campañas para promover el arte, la música y la cultura, también son parte de la estrategia de fortalecimiento de Jacó. “Ha habido una tendencia de dibujar murales con pinturas muy coloridas y llamativas, que reflejan la esencia de Jacó y sus bellezas”, finalizó Quesada.