El Instituto Costarricense de Turismo (ICT) incluirá en su presupuesto de 2020, 2021 y 2022, la suma de US$500.000 (medio millón de dólares) anuales con el fin de establecer un programa de guardavidas en las playas más peligrosas del país, en alianza con la Cruz Roja y el Benemérito Cuerpo de Bomberos.
Adicionalmente, la junta directiva del ICT aprobó este lunes 01 de abril un convenio con la Cruz Roja Costarricense por ¢150 millones para contratar al menos 20 guardavidas en el segundo semestre de este año en Manuel Antonio, Ballena y Cocles-Manzanillo. Este programa estará habilitado de julio a diciembre próximo.
El anuncio lo hizo este martes la ministra de Turismo, María Amalia Revelo, en la conferencia de prensa que tuvo lugar en Casa Presidencial, luego de la sesión de Consejo de Gobierno.
“Destinar una mayor cantidad de recursos para un programa de guardavidas mejorará la capacidad de respuesta para atender los distintos incidentes que involucran a bañistas, acciones que repercuten directamente en la imagen internacional de Costa Rica como destino turístico seguro”, comentó Revelo, quien impulsa distintas medidas para atender las muertes de asfixia por sumersión en los ríos y costas nacionales.
El monto aprobado de $1,5 millones para los próximos tres años permitirá cubrir las playas más riesgosas de nuestras costas que por su condición geomorfológica representan un riesgo para quienes las visitan y, a mediano plazo, trabajar con los gobiernos locales y el sector privado para propiciar alianzas público-privadas que permitan establecer este programa de forma definitiva en nuestro país.
Según datos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), 129 personas fallecieron en 2018 de asfixia por sumersión, 54 en un río y 51 en el mar (10 de ellas en Jacó cuya municipalidad contempla en su presupuesto la atención de guardavidas). De estas 129 muertes, 59 (46%) se registraron en la provincia de Puntarenas; 19 (15%) en Guanacaste y 19 (15%) en Limón.
Un estudio de la Universidad Hispanoamericana divulgado a inicios de 2019 confirmó que 2.981 personas perdieron la vida en el mar, en un río, en una poza o en una piscina entre 1990 y el 2014, un promedio de 124 por año. De ellas, 2.538 (85%) fueron hombres y 443 (15%) mujeres.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año los ahogamientos por sumersión se cobran la vida de 372.000 personas en el mundo y se encuentran entre las diez causas principales de muerte de niños y jóvenes en todas las regiones, razón por la cual la OMS llama a potenciar considerablemente los esfuerzos y los recursos para prevenir los ahogamientos y salvar vidas.
En 2018 el ICT rotuló 100 playas con información sobre corrientes de resaca las cuales fueron seleccionadas por su alta atracción de visitantes nacionales y extranjeros y por su índice de riesgo.
Entre un 70 y un 80 por ciento de los turistas que visita Costa Rica realiza actividades de sol y playa.