A sus 8 años, Lucas Alfaro, vecino del Roble de Alajuela, se asignó la noble y solidaria tarea de reciclar 12 400 tapas plásticas de botellas, una misión especial equivalente a un total de 31 kilos, mismos que entregó en compañía de su mamá en el centro de recolección del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), ubicado en la Uruca.
Precisamente, en el edificio central de esta institución se ubica uno de los puntos de recolección oficiales de la campaña DONATAPA y Proparques, para la creación de madera plástica y pasarelas retráctiles, las cuales, se colocan en las playas accesibles, pensadas para personas turistas que las requieren para acceder con más facilidad al mar.
Su motivación fue impulsada por la entrañable amistad y el profundo cariño que sentía por su mejor amigo, quién fue diagnosticado con cáncer. Según recuerda con nostalgia, en el hospital dónde lo atendían, existía un programa que canjeaba 3000 tapas para ayudar en la cobertura del costo de la quimioterapia para un niño, en este caso su mejor amigo.
Así fue como Lucas convenció a sus compañeros y profesores de la escuela María Vargas Rodríguez de Ciruelas de Alajuela, así como a familiares y amigos, para unirse a esta causa, sin embargo, en medio del esfuerzo colectivo su amigo lamentablemente falleció, pero él siguió adelante, logrando finalmente entregar varias bolsas repletas al ICT y depositándolas personalmente en un simbólico recolector de gran tamaño en forma de corazón.
Luego recibió un certificado especial por el aporte a los proyectos de Responsabilidad Social y Ambiental de la Red Costarricensed e Turismo Accesible, creadora del programa DONATAPA y responsable de la habilitación de más de más de 12 playas accesibles en ambas costas de nuestro país.
«Cuando mi amigo se enfermó, traté de buscar por todas partes cómo lo podía ayudar. Mi mamá me dio la idea y empecé a recolectar tapas. Mi amigo salió por unos días del hospital, pero necesitaba de un medicamento que solo está en España, lo llevaron, pero tampoco lo pudieron salvar » recuerda Lucas en medio de sollozos.
Su madre Vivian Alfaro, manifiestó sentirse sumamente orgullosa por tratarse de un niño pequeño y por iniciativa propia trató de ayudar a su mejor amigo. «En su inocencia, siempre tuvo la consigna de ayudar y me llena de mucha satisfacción, en especial, porque pensó en que podía ayudar a más niños con cáncer, al ambiente y a personas con discapacidad.
Acto de solidaridad trasciende las fronteras
El acto de nobleza del niño trascendió las fronteras y su acción solidaria fue presentada como un caso de éxito, ejemplo y reflexión en el Congreso Mundial de Turismo Social (ISTO) celebrado la semana anterior en el Centro de Convenciones de Costa Rica, con la participación de más de 200 representantes de 23 países de varios continentes.
«Hemos realizado un homenaje en este congreso por su gran corazón y le enseñamos al mundo que con pequeñas acciones podemos generar una gran diferencia. Desde la Red Costarricense de Turismo Accesible y el programa DONATAPA y es maravilloso como chicos y grandes pueden formar parte. Me siento muy orgullosa de poder entregar oficialmente un merecido certificado, obtenido a partir de mucho esfuerzo y cariño por su amigo y muchas personas» manifestó Stephanie Sheehy, fundadora de esta organización.
Rafael Soto, Gerente General del ICT, resaltó que «el gesto maravilloso de Lucas constituye un ejemplo claro de la solidaridad, uno de los objetivos y la esencia del turismo social, un turismo con rostro, para que todas las personas puedan tener acceso al ocio, al turismo y a la recreación » concluyó Soto.