Uno de los platos fuertes de Bonnet Springs Park en Lakeland, el Florida Children’s Museum, ubicado a una hora de Orlando, camino a Tampa, es uno de esos recorridos que no pueden quedar fuera del itinerario de las familias con niños, ya que tiene la combinación perfecta de diversión y educación en un solo lugar. Tiene dos pisos de galerías con varias experiencias interactivas: es diversión continua y está garantizada para niños de hasta 12 años.
Entre las atracciones del primer piso se encuentra el Design Park, un espacio creativo dirigido a niños de 6 a 12 años, pero hasta los más pequeños disfrutarán jugando en esta área. Una de las mejores características es la mesa larga tipo air hockey. ¡También hay estaciones de juego más pequeñas donde los niños pueden, por ejemplo, diseñar una casa, jugar con bloques magnéticos y mucho más!
Mientras que la hermosa área de Watermelon Seeds, diseñada para niños de hasta 6 años, los transporta al mundo de las frutas de colores. Lo más destacado es una estructura de escalada donde los más pequeños parten de las raíces de una planta de sandía, que da nombre a la zona, y finalmente llegan a un tobogán en forma de rodaja de esta dulce y deliciosa fruta. Es una buena zona de enseñanza sobre el origen de los alimentos. El espacio también tiene un lugar seguro para que jueguen los bebés, llamado “vaina de semillas”, con un piso acolchado y círculos sensoriales en la pared, por ejemplo.
En el segundo piso está City Play, un distrito de la ciudad recreado donde los niños están al mando. Hay mercado, hospital, tienda, estación de bomberos y muchos otros “escenarios” para jugar y aprender al mismo tiempo. Un espacio que tiene un diseño que permite a los padres o tutores ver todos los puntos donde pueden estar jugando los niños.
Para que todos los niños puedan jugar y aprender, el museo ofrece acceso compatible con ADA y ha estado trabajando en asociaciones más estrechas para ser "amigable con el autismo". La distribución, los colores y la acústica fueron elegidos y pensados para brindar una experiencia divertida y enriquecedora. Las persianas para controlar la luz del sol, los patrones predictivos del piso para mostrar los caminos, los tratamientos de paredes que amortiguan el sonido y el acceso para sillas de ruedas son solo algunas de las acciones que hacen que la visita sea cómoda. Hay una sala tranquila y kits sensoriales que incluyen auriculares con reducción de ruido, anteojos de sol y un juguete para mover las manos. El museo también ha preparado una bonita historia social que se puede descargar antes de la visita y que ayuda a entender qué esperar.