Era cuestión de tiempo. Tras el decreto de Estado de Emergencia emitido por el Gobierno que contempló el cierre de fronteras, en menos de 24 horas, el coronavirus puso de rodillas al sector turismo.
Karen Retana B/ Periodista
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Su principal fuente de ingresos se vino abajo de la noche a la mañana. El panorama es devastador, las secuelas ya son visibles no solo en Guanacaste, sino también en el resto del país, con el despido masivo de personal y el cierre de hoteles. En algunos hoteles de momento se ha optado por mantener un 10% de la planilla para atender el mantenimiento preventivo de instalaciones, seguridad, jardinería, equipos electromecánicos, entre otras necesidades.
En el Club & Hotel Condovac La Costa, las medidas que se están implementando es el teletrabajo para el área administrativa y la reducción de costos, debido a la caída en la ocupación que esta semana ronda el 30%.
Sin embargo, esta situación no sucederá en el hotel Villas Playas Sámara y el Azura Beach Resort los cuales cerrarán sus operaciones, así lo confirmó Luis Brisson, gerente general, quién calificó la situación como un desastre.
El efecto dominó está impactando igualmente a agencias de viajes. Desde hace dos semanas Mardigitours enfrenta la cancelación de las reservas de mediados de marzo y abril.
“Se hizo una reunión con los colegas, esta quincena se les pagará. La correspondiente del 1 al 15 de abril será a la mitad, una con goce de salario y sin goce, después de esta fecha no hemos pensado qué vamos a hacer, ya que en realidad no queremos despedir a nadie” sostuvo Digciana Gómez, gerente general de Mardigitours
En las próximas semanas, la situación se agudizaría tras la cancelación del 95% de los vuelos en el Aeropuerto Daniel Oduber en Liberia.
Melvin Araya Gerente de Ventas del Club explicó que están flexibilizando la política de cancelación, moviendo las reservaciones para otras fechas y a futuro llevar a cabo promociones que les ayuden con el flujo de caja.
A nivel nacional se reporta la cancelación por unas 10 mil noches de hotel y al menos 50 eventos corporativos, de acuerdo con datos preliminares de la Cámara Nacional de Turismo.
El sector genera 211 mil empleos directos e ingresos por unos $4 mil millones al año, siendo Estados Unidos el principal mercado emisor con 1,3 millones de turistas.
José Tomás Batalla, empresario hotelero de Hacienda Guachipelín, en Rincón de La Vieja reconoce que la gravedad es incomprendida y no se ha dimensionado. “El turismo genera de 2 a 3 empleos indirectos por cada directo. Podemos hablar de que de la noche a la mañana se puede producir el cese de 640 mil personas, elevando el desempleo en 10 puntos porcentuales. A esto le sumamos otros problemas sociales como la criminalidad, mayor pobreza y el no pago de obligaciones crediticias”, indicó.
Ante el deterioro del sector, los empresarios claman por medidas extraordinarias no solo en cuanto al pago de impuestos, sino también moratorias para el pago de deudas, así como subsidios de primera necesidad para quienes se queden desempleadas y en servicios públicos. Instan al Estado a buscar los fondos en el Banco Centroamericano de Integración Económica así como en el Banco Mundial, a fin de contener las repercusiones del coronavirus en el largo plazo.
Roberto Echeverría, profesional vinculado a empresas turísticas y miembro de Caturgua asegura que, “no estamos ante una merma de la actividad como lo pueden estar sufriendo algunos otros sectores de la economía. En el caso del sector turismo, la parálisis es total e inevitable. Es por lo que las medidas para el sector deben de ser de la misma magnitud del problema. Estamos hablando de miles de familias que viven al día y que se van a quedar sin forma de comprar comida. Como país y sociedad no podemos permitir que eso suceda, por cuanto la inseguridad y problemas sociales que eso va a desatar, hace mucho más difícil y lenta la recuperación en la actividad turística”, señaló.
A la largo plazo se visualiza una recuperación lenta y dolorosa, ya que eventualmente las contrataciones de personal se realizarían paulatinamente, para aquellas empresas que logren sobrevivir. Aunque en Costa Rica se abran fronteras, en los países emisores de turistas como Estados Unidos, el cierre se prolongará por más tiempo. Asimismo, se debe de volver a recuperar la confianza del turista para retomar su decisión de viaje e igualmente incidirá la decisión de las aerolíneas de abrir nuevamente las rutas.