El hotel se encuentra ubicado en un santuario natural que despierta los sentidos de sus huéspedes.
Karen Retana B/ Periodista
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Enclavado en el parque natural La Paz Waterfall Gardens y a tan solo un par de horas de la capital se encuentra el Peace Lodge, un hotel boutique de montaña que despierta todos los sentidos y envuelve con su magia a quienes tienen el placer de hospedarse en sus maravillosas instalaciones.
El hotel y su entorno se convierten en el binomio perfecto para vivir experiencias inigualables, donde las preocupaciones del día a día desaparecen para dar la bienvenida a un estado de paz y tranquilidad que envuelve por completo.
Su exquisita arquitectura con el uso de la piedra y la madera finamente detallada, juegan un papel esencial para que los huéspedes experimenten sensaciones de confort y relajación.
Cada una de las habitaciones evocan las bellezas naturales que caracterizan al destino; la ducha se transforma en cascadas con el giro de una piedra, vitrales con imágenes de animales y una chimenea de piedra, elementos que hacen posible la calidez se imponga ante un clima predominantemente fresco.
En el Peace Lodge se celebra todos los días las maravillas que ofrece el bosque lluvioso, donde la naturaleza y su verdor engalanan los espacios a su alrededor. El santuario tiene además como principales anfitriones una variada y diversa fauna; éstas espléndidas criaturas comparten su espacio con las decenas de visitantes que diariamente les visitan.
A diferencia de otros lugares del mundo, acá es posible apreciar de cerca y de forma respetuosa a los tucanes que se encuentran en el aviario, o bien a los inquietos colibríes. Además se puede observar a los osos perezosos, mirar las piruetas de los monos araña y carablanca; conocer a las mariposas con sus vistosos colores y ser testigo de su metamorfosis, como parte de esos recuerdos memorables que ofrece este destino con el tour guiado.
También es posible encontrar en este lugar una exhibición de felinos, cuya imponente presencia atrae la atención de los visitantes. Jaguares, pumas, ocelotes y tigrillos son parte de la variedad de animales que viven en este exótico jardín.
Los jardines ofrecen diferentes escenarios, por lo cual es posible conocer a la Costa Rica de antaño, conocer la vida del campesino 100 años atrás en la Casita de La Paz; un espacio que le permite regresar en el tiempo y degustar de comidas muy arraigadas de esa época, como lo es el tamal asado, el queso tierno y el agua dulce. Junto a esta casita se encuentran Carmela y Carmelita un par de vacas a las cuales se puede ordeñar.
Si no les teme a las serpientes, no deje de visitar la exhibición de 30 de las más hermosas y letales serpientes de Costa Rica, y por la noche reserve un espacio para caminar por el ranario en donde conviven libremente las ranas nocturnas y venenosas.
Y si esta caminata le provoca el deseo de comer, podrá encontrar una variada oferta gastronómica desde platillos a la carta a incluso pescar su propio almuerzo en el lago de las truchas.
Además de este contacto con la vida silvestre que habita en más de 70 hectáreas, La Paz Waterfall Gardens le ofrece la posibilidad de explorar aún más. Sumérjase en el bosque durante una caminata de 3,5 kilómetros de senderos pavimentados, donde podrá experimentar la brisa de una catarata de 120 pies de altura en su cara, sienta el rocío y el sonido penetrante del agua caer, no solo de una catarata sino de cuatro más que transitan libremente por el Bosque Lluvioso.
Esto y más es lo que le ofrece este paraíso natural donde el lujo, el confort envuelven los sentidos de sus huéspedes.