- Proyecto de arrecifes regenerativos nació en Playa Blanca y busca expandirse hacia el Golfo de Nicoya con el fin de desarrollar un corredor biológico de arrecifes artificiales que le devuelvan la vida a todo el golfo.
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Alianza entre empresa privada, institución pública y ONG procura impulsar la conservación ambiental en línea con la filosofía de turismo regenerativo que impulsa el Hotel Punta Leona.
Con motivo de la celebración del Día Mundial de los Océanos, el cual se conmemora anualmente cada 8 de Junio, el Hotel Punta Leona recibió la visita del Presidente Ejecutivo del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), Juan Alfaro López, para celebrar el éxito del proyecto de arrecifes regenerativos que se ha implementado desde hace cuatro años en Playa Blanca; con el cual se han colocado más de 50 arrecifes artificiales, los cuales han permitido la restauración ecológica de los arrecifes coralinos así como la vida marina del Humedal Marino de Playa Blanca.
“Hemos repoblado la zona de restauración, logrando pasar de 4 a 57 especies de peces en 4 años. Construimos y colocamos más de 50 arrecifes regenerativos tipo campana, con un peso entre 200 y 600 kilos, conocidos como “reefball” que han impulsado la restauración ecológica de la vida marina en Playa Blanca y propiciado un nuevo atractivo turístico y científico en la zona. Los arrecifes proveen refugio, alimento y un sitio de reproducción para diversas especies marinas. Este proyecto espera replicarse a lo largo del Golfo de Nicoya y construir un corredor biológico que favorezca la ecología y la pesca”, explicó Boris Gardienko, Presidente del Hotel Punta Leona.
El proyecto de arrecifes regenerativos surgió en el 2019 gracias a la iniciativa de Boris Gordienko, presidente del Hotel Punta Leona, y su desarrollo ha sido posible gracias al importante apoyo de la organización de conservación ambiental Mareblu, la empresa de buceo Dive Costa Rica así como el Núcleo Naútico Pesquero del Instituto Nacional de Aprendizaje, siendo este último quien ha permitido establecer la asesoría técnica, científica y biológica para hacer posible el proyecto. Es por esta razón que en el marco de esta efeméride, el hotel reconoció la labor y aporte de la institución, sumergiendo un nuevo arrecife con una placa conmemorativa.
Juan Alfaro López, Presidente ejecutivo del INA, indicó que “celebramos el éxito del proyecto de arrecifes regenerativos en Playa Blanca, el resultado en la multiplicación de especies es motivo de orgullo para la institución y todas las partes involucradas. Este mismo trabajo técnico el INA lo ejecuta desde hace algunos años en diversas zonas del país, fomentando la conservación de un recurso marino valioso, y permitiendo que muchas personas pescadoras y personas dedicadas al turismo costero se beneficien al aumentar la diversidad biológica en las zonas restauradas”.
Por su parte, la contribución del Hotel Punta Leona dentro de esta alianza ha sido en el tema de logística. “Nosotros como hotel estamos abiertos a todo tipo de proyecto científico, nos interesa mucho ser un laboratorio natural en donde universidades, profesionales y estudiantes pueden venir a hacer sus proyectos científicos y sus investigaciones. Nosotros somos facilitadores en cuanto a logística y todo lo que como hotel podemos colaborar; beneficiándonos con toda la información que se adquiere a través de los estudios de las publicaciones y de los proyectos que estamos llevando a cabo”, comentó César Vargas, Gerente de Relaciones Corporativas de Hotel Punta Leona.
Asimismo, la iniciativa ha permitido impulsar la economía local ya que gracias al proyecto de arrecifes regenerativos, así como a otros programas de conservación que existen en Playa Blanca y Playa Mantas, los vecinos del cantón de Garabito se han dedicado a hacer tours privados y han sido contratados para la construcción de los arrecifes así como en el alquiler de botes a pescadores.
Además, este proyecto no solo ha protegido la biodiversidad, sino que también ha servido como punta de lanza para crear educación ambiental e impulsar un turismo sostenible, ya que los visitantes pueden realizar actividades recreativas como snorkel o buceo, y al mismo tiempo aprender cómo funciona el ecosistema, lo frágil que es el área marina y cómo las malas prácticas que se hacen en la ciudad tienen una repercusión en las costas.
“Las expectativas que tenemos para estos programas es que continúen desarrollándose y que sirvamos como laboratorio natural para que estos proyectos se reproduzcan en otros lugares del país, especialmente en el Golfo de Nicoya. Nos gustaría que nosotros fuéramos ese plan piloto en donde otras personas y empresas se acerquen a conocer cómo se pueden replicar estos proyectos”, finalizó Gardienko.
Según Carlos Pérez, biólogo del INA que ha acompañado el proyecto desde su fundación, dentro de las medidas de restauración y rehabilitación de ecosistemas costeros, los arrecifes artificiales representan una herramienta de ordenación y protección ecológica. “Hay numerosos ejemplos a nivel mundial donde estas estructuras se han usado para realizar varias funciones, entre ellas la protección física de ecosistemas sensibles y frágiles, la adición o reposición de la complejidad de hábitat, la creación de nuevos sustratos y la sustitución de un recurso socioeconómico, entre otros”, explica el biólogo.
Los arrecifes artificiales se han convertido en un paso hacia la regeneración de la vida marina en Costa Rica, gracias a sus beneficios para mantener la diversidad de especies, evitar la erosión y crear un corredor de protección. Por lo tanto, este tipo de iniciativas se convierten en un paso hacia la recuperación, porque crea refugios, incrementa la disponibilidad del sustrato para la fijación de algas, pequeños moluscos y crustáceos, que sirven de alimento a muchas especies marinas y permite mantener sano el ecosistema.
En el Día Mundial de los Océanos, el Hotel Punta Leona recuerda la importancia de proteger nuestros océanos y trabajar en la regeneración de sus distintos hábitats, pues aunque los manglares, arrecifes de coral, marismas y praderas submarinas constituyen únicamente el 1% de los fondos marinos, contienen entre el 50 y el 70% del carbono almacenado en los océanos. Al igual que los bosques, los ecosistemas marinos capturan los gases de efecto invernadero de la atmósfera, en ocasiones durante milenios. Es por ello que se les conoce como “sumideros de carbono azul”.